Más que placer

5 abril, 2019

    El masaje erótico es la forma ideal para disfrutar de una velada tranquila y relajada en tu hotel, en la ciudad de Barcelona, con preciosas vistas al mar, la montaña o las flamantes calles. Recibir un masaje erótico en estas circunstancias se convierte en un poema de placer, una satisfacción llevada a la práctica a través del contacto. Someterte a esta situación idílica no es para nada un reto en Masajes Shiva. A través de nuestro servicio de masajes hotel, podrás disfrutar de la presencia y compañía de una de nuestras masajistas eróticas en tu habitación, lo más cerca posible de tu piel. Una noche intensa y excitante que va a convertir tu estancia en una experiencia sin igual y que, además, querrás repetir.

    Gran parte del éxito de un masaje erótico depende de ti. La predisposición, la actitud, la relajación, el reposo de la mente, la suavidad de los movimientos corporales, preparar el ambiente en tu habitación,… Muchos son los aspectos que debes controlar, que debes tener en cuenta para conseguir la satisfacción que esperas obtener. Pero entonces, ¿cuál es el papel de la masajista en un masaje erótico?

    Las masajistas eróticas son las creadoras, desde el principio, del juego de caricias y comunicación corporal. Ellas marcan el inicio de la sesión, guían al receptor en un terreno que puede serle desconocido. Deslizan los dedos por el cuerpo ajeno, insinuándose tímidamente sin entrar, aún, en el masaje erótico puro. Un inicio relajado y tranquilo es la mejor receta para estabilizar el cuerpo del receptor, que puede sentirse incómodo o nervioso en un primer momento. Evitando tocar las zonas más excitantes del cuerpo, descubren la figura del receptor y lo preparan para la sesión.

    Una vez pasada la primera etapa, ellas buscan el contacto dulce, insinuante y cálido. Primero las manos, los pies, luego la espalda, siguiendo por el pecho, los muslos, los glúteos,… Aunque no existe un orden predeterminado (cada masajista erótica se toma la libertad de sorprender al receptor con su propia creatividad), ellas dejan la parte más excitante del masaje para el final. El cuerpo está repleto de zonas sensibles a la estimulación, que puede que ni tan solo sepamos de su existencia. Nuestras masajistas eróticas consiguen encontrarlas, potenciarlas y crear sensaciones inauditas que recorrerán todo tu cuerpo.

    Es importante tener en cuenta que el masaje no es un mero encuentro corporal. Es comunicación sensorial, es relajación, es contacto corporal, es sensualidad y es erotismo. No debemos obligarnos a hacerlo si creemos no estar predispuestos a ello. El objetivo último de nuestras masajistas eróticas es convertir una noche “normal” en una sin igual, y no pueden hacerlo si no estás dispuesto a ello. Conseguir el estado máximo de satisfacción también depende de ti.

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