Descubre el epicentro del placer humano
Besar, acariciar o tocar son algunas de las formas más eficaces para estimular las zonas más sensibles de nuestro cuerpo. Una vez estimuladas, inmediatamente nuestro ritmo cardíaco se acelerará hasta llegar al orgasmo.
Atrévete a salir de tu zona de confort. El cuerpo es mucho más complejo y existen muchas zonas erógenas que quizás no conoces y son especialmente sensibles. Aquí podrás descubrir lugares que no te imaginabas que podían ser estimulados y que serán los responsables de hacerte alcanzar tus mejores orgasmos.
Las zonas erógenas
Las zonas erógenas son aquellas partes de nuestro cuerpo que por su alta sensibilidad provocan sensaciones de placer y excitación al ser estimuladas. Estas están formadas por muchas terminaciones nerviosas que son las causantes de esta alta sensibilidad a la estimulación.
La mayoría de gente piensa que estas zonas se limitan a los órganos sexuales, pero la realidad es que la lista de partes erógenas de nuestro cuerpo es mucho más larga de la que nos podemos imaginar.
Existen algunas que son más comunes estimularlas a través de actos como la masturbación o la penetración vaginal, pero también existen muchas otras que van más allá de estas técnicas.
Cada zona erógena y su excitación dependerá de los diversos factores de cada persona, ya que no todo el mundo tiene la misma sensibilidad en las mismas áreas. Los hombres y las mujeres no reaccionan igual a los mismos estímulos. Cada genital responde de una manera determinada, aunque pueden existir ocasiones en las que tanto hombres como mujeres coincidan en la respuesta sexual. No obstante, todo es cuestionable, ya que la sexualidad de las personas está determinada por el entorno sociocultural de su alrededor. Es por eso por lo que es conveniente ir descubriendo tus gustos y deseos a lo largo de tu vida sexual.
Las zonas erógenas de los hombres
El placer del hombre siempre se ha asociado exclusivamente al pene. Sin embargo, las zonas erógenas masculinas se caracterizan por otras zonas iguales o más importantes en el acto sexual.
No podemos empezar, sin antes mencionar el punto G masculino que es el epicentro de placer del cuerpo de los hombres. Esta glándula tiene el poder de convertir tus orgasmos en inolvidables cuando se estimula.
Otra de las zonas erógenas masculinas es el sacro, un triángulo que se encuentra localizado al final de la médula espinal por encima del trasero. También, existe la idea errónea de que los testículos son puntos de estimulación, no obstante, lo es el tejido que los rodea: el escroto.
Aunque no podemos resumir las zonas erógenas del hombre exclusivamente con el aparato reproductor masculino, la realidad es que el pene también es una zona clave para la estimulación sexual. Sin embargo, no es solo una zona, sino cuatro lugares que se pueden estimular. Las principales partes son el glande, el tronco, el escroto y la raíz del pene. Conocer los tipos de estimulación para cada una de estas partes es la mejor forma de obtener lo mejor de ellas.
Las zonas erógenas de la mujer
El verdadero órgano sexual femenino es el clítoris que tiene más de ochenta mil terminaciones nerviosas. Este punto de estimulación es la zona clave para lograr unos orgasmos inolvidables. No todas las mujeres alcanzan el clímax en sus relaciones sexuales y uno de los motivos principales es la falta de estimulación del clítoris.
La vulva es otra de las zonas erógenas femeninas. Cuando nos referimos a este término, incluimos tanto los labios externos e internos, el punto G, la vagina y todas sus partes. La vagina es también uno de los órganos más sensibles, donde se encuentra el punto G en el primer tercio de la pared.
Los pezones también son unas de las zonas más propensas a la excitación. Su estimulación a través de caricias suaves provocará escalofríos de lo más placenteros.
Las grandes desconocidas
Como hemos podido observar, existen varias zonas erógenas en el cuerpo humano donde se encuentran miles de terminaciones nerviosas. Sin embargo, no hay que centrarse en los genitales exclusivamente, ya que existen más zonas sensuales que podemos disfrutar al máximo.
Uno de los más desconocidos es el cuero cabelludo. Quizás estás pensando que es una zona poco erógena, pero la realidad es que está llena de terminaciones nerviosas que contribuirán a la excitación. Ejerciendo una presión suave y masajeando lentamente el cabello, podrás lograr una sensación de relajación y paz máxima.
Tampoco podemos subestimar la zona del cuello. El área de la nuca, el cuello y la clavícula son partes muy sensibles que se pueden estimular fácilmente a través de besos y caricias. Esta es una zona muy sensual, llena de terminaciones que te harán sentir el roce de la piel a través de todos tus sentidos.
El vientre y el ombligo es también una zona clave para empezar a excitar todo tu cuerpo. Sobre todo, la parte más cercana al pubis puede llegar a ser la joya de la corona. Ambas son partes muy delicadas y susceptibles para excitarnos.
Aunque existen diferentes opiniones, la realidad es que las manos pueden llegar a ser puntos de estimulación muy sexys. Lamerlas y jugar con ellas sensualmente puede llegar a ser un acto muy erótico. Además, también se encuentran llenas de terminaciones nerviosas que contribuirán a la excitación.
Abre la mente
Para disfrutar más de nuestras relaciones sexuales es fundamental, no solo conocer, sino saber cómo estimular cada zona erógena. Si queremos alcanzar el clímax y disfrutar de los mejores orgasmos debemos explorar todas nuestras zonas eróticas para descubrir nuestros puntos más sensibles.
Cada persona es un mundo. Es por eso por lo que cada cuerpo tendrá unas zonas más o menos sensibles en función de su organismo. Conocerlas para descubrir cuáles son nuestras favoritas serán la clave para mejorar nuestras relaciones sexuales.
La cuestión es atreverse a abrir la mente a la hora de estimular nuestras y las partes del cuerpo de otras personas. Si aplicas este cambio, notarás como la calidad de tus relaciones aumentará y se convertirán en experiencias explosivas llenas de placer.