Las masajistas zen tantra pueden trabajar el cuerpo de cada persona de una forma diferente. Cada masaje puede estar dotado de técnicas nuevas que se abren a la creatividad, las emociones y el deseo. Después de esto es muy posible que quieras saber cómo trabajan las masajistas zen tantra, pues te diremos que a través de los olores, el tacto y la belleza. Sus masajes eróticos inolvidables pretenden crear placer en un ambiente único y especial.
¿En qué consisten los masajes tántricos?
Se podría hablar de templos de amor en vez de centros de masajes. El ambiente que existe en estos locales es íntimo y privado y sus masajistas son especialistas en tandra. El objetivo de los masajes tántricos es hacer que el cliente experimente un placer inmenso así como duradero.
Estas técnicas fueron planteadas por maestros del tantra y con ellas es posible llegar a un estado de relajación espiritual y corporal máximo. ¿Que cómo trabajan las masajistas zen tantra? Con mucho tacto y cuidado para que el cliente se encuentre cómodo y relajado. En realidad son expertas en el arte de la felicidad erótica y gracias a ellas incluso se pueden superar problemas de tipo sexual.
Las técnicas de las expertas Zen Tantra
Las masajistas expertas en zen tantra estimulan todos los sentidos del cliente. Ciertas conductas están prohibidas, lo que hace que el deseo alcance otra dimensión. Estos masajes eróticos son un placer único basado precisamente en esos límites: no besar, no llegar al coito y no practicar sexo oral.
La preparación es fundamental. Estas masajistas emplean todo tipo de técnicas para despertar todos los estímulos y transmitir serenidad, belleza y sensualidad: música relajante, aromas, iluminación con velas, etcétera. También sirve recibir al cliente con una sonrisa, descalza y con el pelo suelto.
¿Cuáles son las claves para hacerlo bien?
Si quieres saber cómo trabajan las masajistas zen tantra para terminar de decidirte, desde aquí te daremos algunas pistas. Ante todo deben mostrarse seguras y calmadas, además de irradiar sensualidad. Es muy importante que cada uno de sus movimientos sea embriagador y seductor.
La actitud del juego es algo muy importante. Si no se disfruta con ello o en realidad no se quiere hacer, la otra persona lo notará y no servirá de nada. Lo que se busca es el placer mutuo, aunque en el caso de la masajista sea un trabajo. La expresión corporal es fundamental y hay que estar muy segura y concentrada para saber transmitir con las diferentes partes del cuerpo.
Un mar de sensaciones y emociones
En estas tomas de contacto con las manos se prepara la piel con aceite o cremas hidratantes. El cliente se tumba sobre una camilla de masaje y se deja llevar todo el tiempo, mientras escucha su cuerpo y tiene en cuenta su respiración.
Estas masajistas emplean su cuerpo para hacer sentir al otro, yendo en progresión para avivar su fantasía y activar sus sentidos. Soplar, recorrer la espalda con la boca o cualquier otra zona del cuerpo, notar su aliento, etcétera. Como ya hemos dicho forma parte de un juego que hay que saber entender para hacerlo correctamente.