Barcelona es uno de los destinos turísticos por excelencia. Su espectacular clima mediterráneo y la gran oferta cultural son dos de los grandes atractivos, puesto que hay actividades para todos los gustos. Por eso es una gran idea alojarse en un hotel con todas las comodidades del mundo, incluido un buen masaje a manos de una especialista.
El problema de Barcelona es que es una ciudad densa, de mucha gente en pocos kilómetros cuadrados y los turistas se concentran en unos pocos kilómetros cuadrados (playa y puerto, Ciutat Vella, Ensanche, Gràcia…). En la Sagrada Familia, en la Pedrera, en la Rambla, Barcelona parece la plaza San Marcs de Venecia, hasta el punto que me pregunto si a mí, como turista, me gustaría visitar Barcelona o tendría la impresión de estar rodeado siempre de gente exactamente igual que yo, o sea, de turistas arrastrando la maleta de ruedas ruidosamente por las aceras, lo cual le saca toda la gracia a la experiencia de la ciudad. Por eso es vital encontrar alternativas más relajadas para huir del turismo masivo, y para ello visitar La Pedrera de noche es perfecto, ya que ahora se celebran conciertos nocturnos de jazz.
Cambios en el disfrute del turismo
El turismo se basa a veces en la creación de puestos de trabajo mal remunerados, no tan sólo crea poco valor, sino que hace una redistribución favorable para los turistas y los empresarios turísticos y perjudicial para el resto de la sociedad, porque quien cobra poco, cotiza poco. Una persona que cobre menos de 1.200 euros al mes pagará en impuestos a lo largo de su vida (sobre todo por el IVA de aquello que consuma) una cantidad muy inferior al gasto público que generará en educación, en salud y en el ámbito sociosanitario. Sin embargo, como visitante de la ciudad, todos estos asuntos a ti no te afectan y mucho menos si aprovechas para contratar los servicios de una masajista que acuda a tu habitación de hotel para que no tengas que preocuparte de nada más que de disfrutar.
Durante el 2016 en Barcelona se registraron 19,5 millones de pernoctacions en hoteles y 10,5 millones más en apartamentos turísticos. Una prueba de que la ciudad sigue teniendo un gran atractivo para aquellos fanáticos del turismo de calidad. Por todo esto, recomendamos que acudas a una de esas fiestas tan exclusivas que se celebran en La Pedrera y que culmines la noche con un buen masaje para olvidar todos los problemas y relajar los músculos.