Cuando la mayoría de personas hablan de erotismo fijan su atención en el sentido más físico y corporal de la palabra. La verdad, el erotismo es mucho más que eso, tiene una connotación emocional y metafísica de gran relevancia. La sensualidad en su significado más natural se vuelve erótica cuando los sujetos se dan cuenta que existe un contacto emocional muy fuerte, que el placer es tanto físico como espiritual. Nuestras masajistas potencian esa parte oculta del erotismo que proporciona la mayor de las satisfacciones. Así son los masajes eróticos de Amy.
Amy tiene 24 años. Ella se describe como una persona dulce y sensual, con una mirada de lo más seductora. Su experiencia en el campo le permite despertar en el receptor múltiples sensaciones, siempre buscando el placer más potente y oculto del cuerpo y el alma. Sus manos acarician cualquier rincón corporal, sin excepciones. A través de diferentes técnicas de masajes eróticos, consigue que el receptor llegue a un estado de relajación profunda.
De vez en cuando es importante mimarse y quererse a uno mismo. Regalarse un masaje erótico con Amy, por sencillo o simple que parezca, es un símbolo de ello. Hacer aquello que te gusta y aislarte de preocupaciones, obligaciones y deberes es necesario para disfrutar de una vida plena y feliz. Las sensaciones que potencian los masajes eróticos de Amy van a desplazarte a otro mundo, a un lugar en el que la presión del día a día deja de existir. Libérate del estrés de una jornada laboral intensa y déjate cuidar por nuestra masajista.
Las manos de Amy son su bien más preciado. Son finas y suaves como las de un bebé, siempre cuidadas para no estorbar la esencia del masaje erótico. Paseándolas lentamente pero sin ninguna pausa despierta sentidos que no sabías ni que existían. Descubre las zonas erógenas más escondidas de tu cuerpo, aportándote placer y ayudándote a conocer tu propia anatomía. Además, ella utiliza las demás partes de su cuerpo para potenciar aquella sensación que ha conseguido inicialmente con las manos.
En general, las masajistas suelen conducir los actos eróticos pausados, lentos y delicados, para así potenciar las sensaciones de cada rincón de tu piel. Es una experiencia de sensibilidad única que despierta todos los sentidos del receptor. Amy no es una excepción. Sin embargo, ella puede adaptarse a tus peticiones de suavidad, ritmo y velocidad; no olvida que, en algunas ocasiones, tú ya puedes saber cuál es el método que más placer te hace sentir. Amy realiza masajes tanto a hombres como a mujeres, siempre en horario de tarde. Sus técnicas han generado un boom de popularidad. No dejes de probarlo…