El mindfulness —o atención plena en castellano— es una práctica que se está volviendo muy popular en todo el mundo. Consiste en centrar la atención en el ahora, mediante distintos ejercicios como la respiración, el enfoque de nuestra mente hacia distintas partes del cuerpo y nuestros pensamientos y evocar imágenes mentales que nos ayuden a relajarnos.
El mindfulness es un estado mental, emocional y físico en el que uno simplemente permanece enfocado en el momento presente liberándose de pensamientos y emociones externas. Los pensamientos relaciones con el pasado o el futuro dejan de tener relevancia y uno lo observa mentalmente como un mero espectador.
La atención plena y un masaje es una combinación perfecta para liberar y calmar la mente y el cuerpo del estrés y la ansiedad. La finalidad de la mezcla entre el mindfulness y un masaje es la relajación profunda. Este tipo de pensamientos te ayudarán a calmar la conciencia para dejar paso a sensaciones corporales agradables y placenteras.
5 consejos de relajación durante un masaje
Cierra los ojos
Cerrar los ojos para dejarte llevar por la experiencia y las distintas sensaciones es el primer paso para empezar a relajarse. Es tentador abrir los ojos sabiendo que hay una preciosa mujer realizando el masaje, pero te permitirá relajarte y centrarte más en los otros sentidos.
Respira
Concentrarse en la respiración permitirá que la mente se relaje por completo durante la sesión. Respirar de manera profunda y consciente te ayudará a liberar la tensión y la ansiedad que tienes acumulada. Poner atención plena en la respiración te ayudará a despejar la mente de los pensamientos intrusivos y centrarte más en aquellas sensaciones que está recibiendo tu cuerpo.
Repetir un mantra
Prepara con antelación un mantra, una palabra, oración o afirmación que puedas repetir durante el masaje. Pueden ser frases como: “Rélajate”, “Me merezco este capricho” o “Déjate llevar”. De esta manera, se evita el estrés de tener que pensar en un mantra durante el masaje.
Enfocar la mente
Mantener la mente enfocada en el tacto de la masajista o en cualquiera de las otras percepciones, puede ayudar a relajarte, ya que se trata de no centrar la atención en pensamientos ajenos a la situación.
De esta manera, la respiración se ralentiza de forma natural y la presión arterial y los latidos del corazón se reducen. Tu mente solo tiene que dejarse llevar por los cinco sentidos.
No hablar durante el masaje
Parece un consejo obvio, pero no hablar durante una sesión de masaje es beneficioso para no centrar la atención en pensamientos que no tienen nada que ver con la atmósfera creada por la masajista. No obstante, esto no quiere decir que no debas comunicar tus necesidades a la masajista, de hecho, es necesario comunicarle cualquier pensamiento que te haga sentir más cómodo y relajado.
En definitiva, la atención plena es una herramienta poderosa para calmar la mente y alcanzar un estado de relajación para obtener los mejores beneficios tanto físicos como mentales del masaje.
Recuerda: ¡respira y disfruta!