Durante un masaje experimentamos un amplio abanico de emociones y reacciones y sus efectos resultan beneficiosos para nuestra mente y nuestro cuerpo. Uno de los efectos más evidentes y buscados es el de la relajación. Sin embargo, no es el único efecto que se puede experimentar gracias a un masaje.
Reducción de los niveles de cortisol
Nuestro cuerpo responde involuntariamente al estrés liberando la hormona cortisol. Una larga exposición a esta hormona puede provocar efectos adversos en nuestro organismo. Afortunadamente, un masaje es capaz de disminuir la producción del cortisol y por lo tanto reducir los efectos negativos que pueda tener en tu cuerpo.
Además, se ha demostrado que durante un masaje el cuerpo libera dopamina y serotonina, las llamadas hormonas de la felicidad, que contribuyen al bienestar y ayudan a alcanzar la felicidad restableciendo el equilibrio natural en nuestro organismo.
Reducción de la tensión muscular
Para mitigar los dolores, el estrés y los bloqueos que se agolpan en nuestro organismo, frotar, masajear y presionar ciertos lugares, acompañado de un aceite de masajes, puede ayudar a deshacerte de los dolores. Destensar los músculos contribuye a que el flujo sanguíneo siga su curso. De esta manera, el organismo fuerza la eliminación de las toxinas de nuestro cuerpo.
Por eso es importante que nuestro cuerpo se mantenga lo más hidratado posible después de un masaje.
Mejora en el sistema inmunológico
Durante un masaje relajado se estimula el sistema linfático, lo cual hace que haya un ligero aumento en los niveles de glóbulos blancos. Estas células hacen que nuestro sistema inmunológico se refuerce y, por lo tanto, previene o ayuda a combatir enfermedades comunes como la gripe o los resfriados.
Mejora el bienestar mental
Un masaje relajante aumenta los niveles de serotonina en el cuerpo que ayudan a reducir la depresión y el estrés.
La serotonina es un neurotransmisor que ayuda a regular el estado anímico de una persona. El masaje promueve la liberación de serotonina, lo que resulta en una sensación de bienestar general y produce un efecto positivo en el estado de ánimo inmediatamente después de un masaje.
Disminución de la presión arterial
El cortisol provoca la contracción de los vasos sanguíneos lo que aumenta la presión arterial. Cuando recibes un masaje el nivel de producción del cortisol disminuye y en consecuencia también disminuye la presión arterial.
Básicamente, durante un masaje disminuyen las hormonas que causan ansiedad y como resultado aumentan las hormonas relajantes y de la felicidad.
La excitación acompaña a la salud
El objetivo de un masaje es relajar nuestro cuerpo, pero a la vez estamos sujetos a la estimulación y a la percepción de estímulos de placer, sobre todo durante un masaje erótico. Así que es totalmente lógico que la relajación pueda provocar cierta excitación con el contacto de otra persona al desbloquear y aliviar ciertas tensiones en nuestro cuerpo.
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