No hay nada como un buen masaje erótico, ya sea en esta época del año o cuando te sientes abrumado por el estrés o simplemente quieres darte un capricho. El masaje permite que todo el cuerpo se relaje, restaura la fuerza, fortalece la inmunidad y actúa sobre los órganos internos, por acción sobre la envoltura del cuerpo. La piel es el órgano más grande y sus miles de sensores sensoriales se activan durante un masaje, relajando tanto el cuerpo como la mente.
Incluso si la práctica de un masaje que tendrá un efecto relajante es bastante natural, se deben seguir algunos pasos para que el masaje tenga la máxima eficacia.
Planifica dónde será el masaje
No todo el mundo tiene una habitación especialmente dedicada al masaje o simplemente al bienestar, pero con un poco de imaginación, un dormitorio, una sala de estar o una habitación de hotel puede bastar.
Si no tienes una mesa de masajes y su cama es muy baja, demasiado ancha para que puedas masajear de un lado a otro, verifica si no estaría mejor en la mesa del comedor. De hecho, no debemos olvidar que la comodidad de la masajista es casi tan importante como la del masaje.
Si has planificado un masaje de una hora, tu postura es esencial, es la que te permitirá realizar los buenos gestos de forma fluida y sin cansarte ni lesionarte. Una mesa sencilla, siempre que sea lo suficientemente larga, puede ser bastante cómoda si te molestas en poner una colchoneta, una colchoneta deportiva o varias capas de toallas.
Prepara un ambiente acogedor
Una vez que hayas elegido un lugar para practicar tu masaje, no olvides hacerlo agradable. El ambiente es una buena parte del masaje. Puedes encender velas o luces en la habitación y apagar las luces para crear una atmósfera tenue. Para un ambiente olfativo agradable, quemar incienso (no demasiado cerca del masaje para no disgustarlo) o aceites esenciales difusos.
Por último, pero no por ello menos importante, comprueba la temperatura de la habitación: la persona que va a recibir el masaje se desnudará y, además, nos enfriaremos muy rápidamente cuando nos relajemos. Y nada más desagradable que enfriarse durante un masaje.
Elige tu aceite de masaje
La piel no es impermeable, ten cuidado de elegir un aceite de masaje orgánico que estará libre de pesticidas, que contaminan nuestro cuerpo. Según tus deseos o tus necesidades, hay una gran variedad de aceites esenciales. Así se ayuda a los músculos a relajarse, y esto influye directamente en el grado de placer que proporcionan los masajes eróticos.
No descuidar la postura de la masajista
Recuerda que tendrás que moverte, hacer movimientos amplios, dar la vuelta a la mesa. Es posible que tu ropa de calle no lo deje tan libre de estos movimientos. También hay que tener en cuenta la higiene: si la ropa está sucia por fuera, no es deseable que contamines a la persona a la que vas a masajear y que estará desnuda o semidesnuda.
Una camiseta de manga corta para dejar tus antebrazos libres se adaptará perfectamente. En cuanto al color, mejor el oscuro, el blanco tiende a amarillearse por el contacto con el aceite.